La silla de tres patas.
Historia de una silla de tres patas que fue motivo de la perdida de pase para todo un grupo. La silla de tres patas.
Esta mi historia ocurrió en una tarde calurosa, ya habíamos almorzado y como siempre estábamos en el aula esperando a los profesores de la tarde. Del cómo surgió la idea, no sé, pero lo que sí sé es que había una silla de tres patas, fruto de muchas horas- clase aguantando a un gordo y llegó el momento en que no resistió y Puffff!!!! una de sus patas se partió y como su dueño gordo al fin, no quería caminar hasta mantenimiento para llevarla a arreglar , la pobre silla estuvo vagando por el aula durante un día.
Pero el día X alguien tuvo la mágica idea -¡Vamos a poner la silla en la mesa del profe!- y como resultado de esas tardes de tedio, la idea fue acogida con mucho entusiasmo por todos. El primer turno era Español, imagínense que después del almuerzo no había nada mejor para dormir que Español y Literatura… esta fantástica idea reanimaría a todos! Tanto fue así que cuando llegó el profe, miró muy asombrado al grupo pues como nunca antes, todos estábamos sentados en nuestros puestos y muy tranquilitos, algo inusual…. pero él continuo con su ritual:
1- Poner los libros en la mesa
2- Escribir el asunto en la pizarra
3- Dar una breve explicación de lo que trataríamos en el día y mandar a hacer un ejercicio
4- Sentarse en la silla para esperar que acabáramos el ejercicio
Pero algo no estaba a funcionar bien, el punto número 4 no se cumplía y el profe no se sentaba y mientras mas minutos pasaban, mas aumentaba la tensión entre las filas del alumnado… de repente el profe quita los libros de la mesa y…..los pone encima de la silla!... ¡Hay fatalidad !.. Solo faltaron unos centímetros para que la silla se cayera… Imaginen a todo un grupo en silencio total, y fingiendo que estábamos a realizar el ejercicio… era súper sospechoso y para mí que el profe estaba sobre la pista o por lo menos sabía que algo no estaba bien con nosotros.
Pasados unos 10 ó 15 minutos ya muchos habíamos desistido porque el profe no se sentaba nunca en la famosa silla. De repente, cuando estoy más concentrada en dicho ejercicio, siento un gran estruendo y cuando miro solo veo las piernas del profe en el aire y todas las persianas que quedaban detrás de la mesa cerradas por el paso de la cabeza del profe; y que en conjunto hacían un sonido más o menso así ….tac, tac, tac, tac, tac… Ya se podrán imaginar el ataque de risa unánime que provoco esto, y a seguir una ola de miedo- incertidumbre por las consecuencias que nuestra acción pudiera causar y que nadie en el inicio pensó.
El profe, que era unos de los más buenos que teníamos y guía del grupo por demás, quedo petrificado, la clase terminó y la única declaración de la víctima fue -¡Sabotaaajeee!- . Y saben, que como dice el refrán el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; después de esto intentamos una vez más con el profe de inglés que no cayó en la trampa,.
Ya al final desistimos y solo pensábamos en quién era culpable por la pérdida del pase meritorio que se avecinaba. Teníamos la certeza de que este incidente llegaría a las más altas esferas de la dirección de la unidad. Al día siguiente, todos en el aula esperábamos la reunión con el director Juan Suárez, y como era de suponer perdimos el pase porque nadie dijo de quién había sido la idea. Esta experiencia nos unió como grupo pues asumimos la culpa en conjunto, y nos enseñó la lección de que siempre debemos pensar en las consecuencias de nuestras acciones ya que en el mejor de los casos en profe salió con un chichón en la cabeza, pero pudo haber sido peor. ¿No creen?
El destino final de la silla fue mantenimiento, como debía haber sido desde un inicio y otra nueva tomó el lugar en la mesa del profesor, a partir de allí siempre andábamos a revisar los tornillitos de nuestras sillas porque podía ocurrir un accidente como este y nadie quería ser el payaso del día.
A nuestro profe de Español mil disculpas por aquel incidente y siempre lo recordaré, no de la mejor manera, pero al final está presente en cada anécdota de mi vida.
Escrito por MAITE PRIETO CARDOSO
http://ipvce.org/index.php?option=com_content&task=view&id=412&Itemid=41
el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
A cambiar de silla. !!!!!